Vídeos Decrecimiento y Consumo

El vídeo nos muestra a una especie en peligro de extinción, el Homo Consumus, habitante del planeta Tierra. Es la especie predominante hoy en día, que convive en una sociedad muy organizada y lucha diariamente por la supervivencia.

Sin embargo, el Homo Consumus tiene una gran despreocupación por el desperdicio de agua en su día a día y vida cotidiana (el grifo, la ducha...). Asimismo, derrocha la energía eléctrica. No conforme con todo ello, utiliza el coche en lugar del transporte urbano. Es cuestión de independencia, pero no es consciente de toda la contaminación que genera con sus acciones. Consume de forma inadecuada el papel. Todos estos comportamientos inconscientes que el Homo Consumus realiza tienen su explicación en que busca en todo momento su comodidad, ignorando el desgaste que supone para el ecosistema, ignorando incluso su propia supervivencia.

Lleva a cabo una conducta verdaderamente irresponsable sin ninguna explicación lógica posible.

Otro aspecto que caracteriza al Homo Consumus es el hecho de comprar cosas baratas pero sin darse cuenta de todo el proceso que trae consigo. Esto es, la explotación de niños y niñas, que trabajan por una miseria, sin educación ni derechos, expuestos a enfermedades y malos tratos.

Esta especie busca en todo momento la satisfacción personal, no muestra ningún intento de empatía hacia el resto de individuos que con él conviven en el planeta.

También es de merecida mención la compra y uso que realiza de alimentos envasados, muy cómodos pero que generan una enorme cantidad de basura. Sus hábitos de consumo generan residuos que no son ni tan siquiera separados para reciclar.

Somos totalmente ajenos a las acciones destructivas que hacemos al medio ambiente. Todo ello conllevará la mayor consecuencia que pueda existir: la extinción del ser humano.

Aún a pesar de todo ello, existe un abismo de esperanza. Hay individuos que han evolucionado hasta el Homo Responsabilus. Supone dar el paso evolutivo y hacer un consumo responsable (ahorro de agua, ahorro eléctrico y de combustible, uso de papel reciclado, reciclaje de papel, ahorro de residuos plásticos, colaboración con causas solidarias, consumo en comercio justo y ecológico, alimentación sana, separación de basura...). Cabe decir que el paso de Homo Consumus a Homo Responsabilus no es tan difícil, que todos y todas podemos hacerlo si estamos realmente concienciados de que queremos perseguir el cambio.

Mientras uno supone un modo de vida destructivo para todo el ecosistema, el otro es respetuoso con los recursos y sus iguales.

Es por ello nuestra opción elegir entre un modo de vida u otro, entre ser Homo Consumus u Homo Responsabilus.

Para finalizar, y tal y como se explica en el vídeo, por primera vez una especia animal tiene la posibilidad de cambiar su destino, hagamos de este poder una forma de vida responsable con el medio que nos rodea.

 Marta Cordido Raposo.

Carlos Taibo

Decrecimiento. Carlos Taibo

Pamplona Febrero 2009 (4/7)

En esta exposición Carlos Taibo muestra algunas de las fórmulas de decrecimiento en la producción y en el consumo en base a una serie de valores:

    - El triunfo de la vida social frente a la lógica de la propiedad y del consumo ilimitados

    - La defensa del ocio creativo frente al trabajo obsesivo

    - El reparto de trabajo

    - La reducción de las dimensiones de muchas de las infraestructuras productivas, de las organizaciones administrativas y de los sistemas de transporte

    - La radical primacía de lo local

    - La simplicidad voluntaria

Estos valores son transmitidos en la familia, la tradición histórica del movimiento obrero y las prácticas de muchos de los pueblos que tendemos a llamar primitivos o atrasados.

Carlos explica como las sociedades tradicionales eran mucho más generosas y mucho más racionales que las actuales. Por un lado, tradicionalmente los europeos solían plantar olivos e higueras pensando en las generaciones venideras, pues son frutales que tardan mucho en producir. También cuenta la historia de unos primitivos a los que unos misioneros les regalaron unos cuchillos y, años después, fueron a preguntarles cómo les había ido utilizando los cuchillos, y estos seres primitivos les reconocieron que ahora tardaban 10 veces menos para cortar los árboles. Los misioneros les preguntaron si entonces producían 10 veces más pero ellos les replicaron que no producían 10 veces más, sino que producían la cantidad que necesitaban y disfrutaban del tiempo que ahorraban con los cuchillos nuevos para hacer lo que realmente les interesaba. Estas dos ideas, de pensar en las generaciones futuras y de consumir lo necesario, se han perdido con el paso del tiempo, y es impensable en las generaciones actuales según Carlos.  Hoy en día nos repiten constantemente que somos una sociedad consumista, pero no somos capaces de pararlo. La sociedad en su conjunto nos bombardea, a través de la publicidad por ejemplo, haciéndonos creer que necesitamos mucho más de lo que realmente necesitamos. A pesar de que lo sabemos, giramos la vista a otro lado y es que no somos lo suficientemente conscientes de a dónde nos pueden acabar llevando nuestros actos, de cuáles pueden ser las consecuencias de nuestras acciones.

Este decrecimiento se considera como un proyecto difícil de aplicar en las sociedades como la nuestra pero, realmente,  reducir los niveles de producción y consumo es bastante más fácil de lo que puede parecer. Si no ponemos nuestro empeño por cambiar la situación, el propio sistema estallará y nos obligará a cambiar el método, pues con el ritmo que llevamos, acabaremos con los recursos y con nuestro planeta más rápido de lo que nos imaginamos. Como dice Carlos Taibo  “Si no somos capaces de decrecer en virtud de un proyecto consciente y solidario, acabaremos por decrecer por el hundimiento general del capitalismo global que padecemos”.

Joana Represas Pateiro