La pesadilla de Darwin

En este documental, “La pesadilla de Darwin”, se nos muestra la crueldad y pobreza que se vive en numerosos países del mundo. En este caso, nos habla de Tanzania. Se muestra la pesca de la perca del Nilo en el lago Victoria. Los ricos se aprovechan y los pobres apenas se pueden enriquecer de ello. Esto es, los pobres trabajan para los ricos, como ocurre en la mayoría de los casos y en otros muchos lugares. Pero, en este caso, se intenta hacer conciencia sobre la situación, presentada de una forma verdaderamente cruel pero que muestra a la perfección no solo lo que se vive en Tanzania, sino también en otros muchos lugares alrededor del mundo. Y lo peor de todo, ocurren dos cosas: por un lado, que o bien no conozcamos la situación, o por el otro, que nos estemos dando cuenta de ello pero que, como ocurre mayoritariamente, miremos hacia otro lado para no ver lo que está pasando. Y en realidad es algo que, aún que ocurra a miles de kilómetros de distancia de nosotros, nos afecta y repercute de forma directa. Otro dato a destacar es lo que en el documental se cuenta sobre el hecho de que un hombre trajo la perca en un cubo y lo echó al lago, y ahora éste está acabando con las demás especies, devorándolas. Nos hace reflexionar acerca de cómo el ser humano es el principal responsable de todos los desastres naturales. No contentos con querer ganar dinero y más dinero, nos ocupamos de destruir la naturaleza que nos rodea. Es un círculo vicioso, puesto que esto se hace a su vez para ganar más y más dinero. Son tiempos duros, de pobreza, hambre y epidemias. Pero todo ello es culpa del ser humano, los ricos cada vez son más ricos y los pobres, cada vez más pobres. Se muestran imágenes y relatos tan crueles que cuestan creer. Mujeres obligadas a prostituirse (especialmente con los pilotos de los aviones de carga del pescado), niños explotados, durmiendo y viviendo en la calle, huérfano, desnutridos, con miembros amputados, peleándose entre ellos por un minúsculo trozo de comida que llevarse a la boca... Aquí todos corren peligro: los niños derriten una cosa blanca que procede de los envases de pescado y que usan para esnifar, es un tipo de droga muy peligrosa. Se duermen sin sentir el peligro de la calle, y aún que no se enteren pueden ser golpeados, maltratados, sodomizados... Asimismo ocurre con las prostitutas. Una de ellas murió, la mató un cliente clavándole un cuchillo en el corazón. Al ver esto, solo se puede sentir impotencia, rabia... no creemos que esté en nuestras manos ayudar, o simplemente, que nuestra ayuda no es importante y que jamás llegará a estos países. Es indignante ver cómo las principales potencias del mundo, las ricas, se aprovechan de los pobres. Cómo estas personas ven pasar diariamente aviones que no traen nada para ellos, que simplemente se llevan el pescado con el que ellos mismos han estado trabajando tan duramente, y del cual no sacarán ningún beneficio. Casi todos tienen un trabajo relacionado con la pesca, es la “riqueza” del pueblo. Pero es entonces cuando debemos preguntarnos: ¿riqueza para quién o quiénes?. Otro tema a destacar por su crueldad es la prostitución, de la cual ya hemos hablado anteriormente. Las niñas también son obligadas a ejercer la prostitución, pero lo que más llama la atención, si cabe, es el hecho de que cuando los hombres mueren, sus mujeres después se prostituyen y contagian enfermedades a otros muchos. La principal es el VIH, SIDA. Y aún así, los sacerdotes afirman que usar preservativos es pecado. Es impresionante ver cómo algunos países están tan atrasados en determinados temas como por ejemplo en este, viendo la cantidad de muertes diarias existentes por su contagio. Los oficios en Tanzania, cualquier oficio, es peligroso. En la mayoría de los casos la violencia está muy presente. Es una situación desoladora. Para la gente supone un gran esfuerzo conseguir un trabajo, y una vez que se consigue deben mantenerlo, cueste lo que cueste. Aún a pesar de arriesgar la propia vida. Los niños y niñas que se observan en el documental solos, que tienen que buscarse la vida como pueden, con padres que beben, los numerosos pescadores que mueren por falta de dinero... y un largo etcétera de situaciones de verdadera crueldad, que nos invitan a reflexionar acerca de lo que realmente importa hoy en día. Conseguir un móvil de última generación, un ordenador nuevo, ropa de moda... cuando en algunos países ni tan siquiera tienen un pedazo de comida que llevarse a la boca o un techo debajo del cual dormir. Y en este caso, la gente se abastece y sobrevive gracias a los restos y sobras del pescado que también son aptas para el consumo. El pescado limpio va para Europa en avión, el resto come lo que sobra. Y dan gracias a dios por tener algo con qué alimentarse, cuando nosotros ni tan siquiera agradecemos llegar a casa y tener un plato de comida encima de la mesa. Por mi parte, puedo decir que me ha hecho reflexionar, que he sentido mucha rabia e impotencia. Son imágenes verdaderamente crueles pero que están sucediendo al otro lado del charco y que no hacemos nada para solucionar.