La ruta del ébola

LA RUTA DEL ÉBOLA EMPIEZA EN NUESTROS COCHES

 

Con todo lo que se ha hablado de la enfermedad del ébola hace unos meses y que lea este artículo y me sorprenda. Haciendo memoria, se ha hablado del ébola como enfermedad propiamente dicha, se ha hablado largo y tendido de protocolos, y en muy poco porcentaje, de la gente que se muere día tras día por esta enfermedad en países subdesarrollados. Pero no recuerdo que ningún medio de comunicación hablase de la causa de la aparición del ébola en las personas hasta ahora. Y entiendo por qué no se ha hablado de esto a gran escala: porque no interesa. Como siempre, detrás de un gran problema mundial está el dinero, en este caso traducido en gasolina.

Mi cabeza no asimila hasta dónde puede llegar el "poder" de la cúpula y a qué están dispuestos a perjudicar por hacerse todavía más ricos.

Cuando en el texto dice que llegan a expropiar terrenos a las familias incluso recurriendo al ejército, me recuerda un poco a los deshaucios de España. En España salen estas injusticias en los medios de comunicación, donde se crean plataformas para luchar contra esto y que, en cierta medida, puede perjudicar al poder de los líderes. Entonces pienso en qué le podrán hacer a esas familias africanas, que no tienen nada más que esas tierras, que no tienen plataformas que luchen con ellos ni medios de comunicación a los que acudir para protestar.

La sociedad está destruida. Ya no existen valores humanos ni el aprecio a los demás. Ni siquiera existe ya la conciencia. Solo se le da importancia al dinero y al capital. Así, mientras unos se hacen cada vez más ricos, los demás nos hacemos cada vez más pobres. Y esos pocos que se hacen más ricos, lo hacen a costa del trabajo de los demás, y como bien explica el texto, incluso a costa de su salud.

 

Alba Gómez Álvarez.

 

En este artículo se nos explica cuál es la procedencia del virus del Ébola, que tan negativamente afecta a nuestra población en la actualidad. Y no solo eso, sino también otras enfermedades tan graves como la malaria o el dengue. Como ya es sabido, la mayoría de las cosas en este mundo se ven afectadas y enormemente influidas por el capital, el dinero, los gobiernos y el interés de los mismos por sus negocios y beneficios. Como podemos observar y leer en la presente noticia, los problemas ambientales también influyen en gran medida en el desarrollo y avance de enfermedades de este tipo. Es interesante y al mismo tiempo resulta casi imposible de creer que el virus del Ébola proceda simplemente de las plantaciones de palma aceitera, y que éste sea transmitido por murciélagos. Como hemos dicho anteriormente, todo tiene intereses y beneficios políticos, y un virus o enfermedad no iba a ser menos. De hecho, se nos informa que “la palma aceitera produce maná, el combustible que mueve todos los grandes negocios: la gasolina”. Desde siempre se ha dicho que los virus y enfermedades se creaban en los laboratorios por interés, para así sacar dinero también con los tratamientos. Es algo que concibo como imposible, pero que cada vez se demuestra que es más cierto. Debemos acabar con esto, ya que el Ébola o cualquier otro tipo de virus afecta de forma más directa a los países subdesarrollados, con menos recursos para acceder a los tratamientos. No podemos consentir que simplemente por beneficio de los gobiernos y políticos, la gente muera, especialmente aquellos que se encuentran en un estado más vulnerables. 

Marta Cordido Raposo.



Después de la lectura de la noticia "La ruta del ébola empieza en nuestros coches" he llegado a la conclusión de que no somos conscientes de la responsabilidad que tenemos como habitantes del mundo. 

La sociedad de hoy en día no se preocupa por el origen de las cosas. No nos importa de donde sale lo que comemos o compramos, ni cual es el origen de una enfermedad, incluso de aquellas que llegan a producir la muerte. No nos preocupa nada más que no sea nuestro beneficio y estar bien nosotros y nuestros allegados. Esto puede verse agravado debido a la crisis económica en la que estamos inmersos desde hace años. Las grandes industrias y los gobiernos se aprovechan de esta situación, ya que saben que debido a que las familias disponen cada vez de recursos más limitados, se ven obligadas a decidirse por un producto u otro en función de su precio y no de su calidad.

Esta situación ha hecho que nos convirtamos en una sociedad egoísta, pues incluso giramos la vista a otro lado cuando nos dicen que somos los principales responsables de que el planeta esté cada día más enfermo.

El título del artículo refleja muy bien la idea. Somos los principales culpables de la expansión de enfermedades que pueden llegar a acabar con nuestra especie y no hacemos nada por remediarlo.

Joana Represas Pateiro